Buscar este blog

miércoles, 7 de mayo de 2014

Sinfonía no. 6 en F, op. 68, "Pastoral" - Ludwig van Beethoven

Siguiendo con el programa de las sinfonías de Beethoven, a continuación la sexta.

Sinfonía no. 6 en F, op. 68, "Pastoral"

Escrita entre 1807 y 1808. Estreno: 22 de diciembre de 1808. Dedicada también a Lobkowitz y Rasumovski. Rigurosamente coetánea de la Quinta hasta en la fecha de presentación pública (en principio era ella la que llevaba el nº 5), plantea la exposición de los sentimientos ante la contemplación de la naturaleza más que la descripción de los fenómenos y accidentes producidos por esa naturaleza. Tiene un programa aproximativo indicado por el autor: “Impresiones agradables al llegar al campo, Escena al borde de un arroyo, Alegre reunión de campesinos, Tempestad, Canto de los pastores y acción de gracias”. Títulos curiosamente similares a los aplicados por el compositor suabo Justin Heinrich Necht a su sinfonía denominada Retrato musical de la Naturaleza, de 1784. Beethoven era hijo ilustrado del XVIII y, como tal, seguidor de Rousseau.

Obra de enorme ambigüedad y refinamiento armónico y tímbrico que incorpora tres trompetas, tres trombones y piccolo. Se abre sin otra introducción que un doble pedal –nota en el bajo mantenida e independiente del curso musical–, con el tema principal en los violines, “tan suave y dulce como podía ser el mes de mayo con los capullos y las rosas y la hierba de los prados creciendo”, como definía un tanto almibaradamente Grove. Sobre esa pauta se construye un Allegro ma non troppo, en 2/4 y fa mayor, que se desarrolla sobre un exquisito y sencillo leitmotiv, quizá extraído de una canción popular bohemia. Los violines llevan también la voz cantante en el segundo movimiento, Andante molto mosso. Beatitud, silencios estratégicos que subrayan la serenidad, ondulaciones y, al final, cantos de la codorniz y del cuco. Un fragmento placentero en el que es muy difícil conseguir el complicado equilibrio entre tempo justo y transparencia.

Motivos danzables evocan el entusiasmo popular en el subsiguiente Allegro, que desemboca en la tormenta, otro Allegro, éste en 4/4, que va sumando progresivamente todas las fuerzas orquestales, manejadas con gran tino. Pasajes violentos en los que las onomatopeyas del fenómeno natural nos conducen a un pavoroso fortissimo, en el instante en el que se suman los trombones. Se cierra la composición con un Allegretto bailable en 6/8 y, por supuesto, la tónica de fa mayor. Se trata de que todo concluya en armonía. Impresiones de paz y serenidad.

Arturo Reverter

Para descargar la pieza, da click en la imagen.

Si deseas alguna partitura de esta obra, manda un e-mail aquí

Ludwig van Beethoven - Symphony no. 6 in F, op. 68; Pastoral (!808)

Sinfonía no. 5 en C menor, op. 67 - Ludwig van Beethoven

Hola todo el mundo :)
Después de una larga ausencia, aquí va la quinta sinfonía de Beethoven. En seguida, la sexta, ya que se estrenaron el mismo día. Que las disfruten :)

Sinfonía no. 5 en C menor, op. 67

Escrita entre 1804 y 1808. Estreno: 22 de diciembre de 1808. Dedicada al príncipe Von Lobkowitz y al conde Rasumovski. Estamos ante una obra clave de la historia del sinfonismo, desde su propio comienzo, con esas pavorosas cuatro notas que constituyen uno de los esquemas rítmicos más dramáticos de la historia de la música. Fue el propio compositor quien, en respuesta a Schindler, aclaró que esa célula, que a la postre se constituirá en el germen de toda la partitura, era “el destino que llamaba a la puerta”, lo que ha dado lugar a todo tipo de especulaciones. Célula “lapidaria, técnicamente muy audaz, que presta cuerpo al elemento ignoto y lleno de misterio”, definía E.T.A. Hoffmann. El esquema es sometido, con una concisión extraordinaria, a un tratamiento minucioso, tenso, de precisión inigualada de líneas, en el que interviene un segundo tema cantabile y lírico, sinuoso y discreto, dolce, que crece hasta hacerse afirmativo y sin dejar de combinarse con el inaugural.

Se producen violentos contrastes de intensidad entre grupos instrumentales. Hay un momento maravilloso, de una paz infinita en medio de esa refriega, cuando desde el silencio producido inmediatamente antes de la reexposición, se escucha la dulce voz del oboe, “casi suplicante para hacerse oír” (Tranchefort). Regresa, conminativa y transformada, la idea germinal para desencadenar, después de una nueva presencia del segundo motivo, una prodigiosa elaboración fugada de las famosas cuatro notas. Repeticiones fulgurantes, martilleos incesantes, nos conducen a un final contundente y afirmativo. El tema aparece también, más o menos transformado, en las severas y solemnes variaciones del Andante con moto, en el sorprendente y aterrador Scherzo y en un Finale esplendoroso en el que aquél desemboca y que había sido pensado en principio como segundo movimiento de la Heroica (hasta que el compositor se desencantó de Napoleón). Por primera vez Beethoven emplea trombones, unidos, junto con el piccolo y el contrafagot, a la orquesta característica de Haydn (más o menos ampliada). Anotemos como curiosidad la semejanza del pasaje coral que sigue a la explosión del Allegro con el tema principal del Andante cantabile de la Sinfonía Júpiter de Mozart. Una partitura esta de la Quinta, y volvemos a Hoffmann, “que expresa un muy alto grado de romanticismo en la música: el romanticismo que revela el infinito”.

Arturo Reverter

Para descargar la pieza, da click en la imagen.

Si deseas alguna partitura de esta obra, manda un e-mail aquí 

Ludwig van Beethoven - Symphony no. 5 in C minor, op. 67