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miércoles, 7 de mayo de 2014

Sinfonía no. 5 en C menor, op. 67 - Ludwig van Beethoven

Hola todo el mundo :)
Después de una larga ausencia, aquí va la quinta sinfonía de Beethoven. En seguida, la sexta, ya que se estrenaron el mismo día. Que las disfruten :)

Sinfonía no. 5 en C menor, op. 67

Escrita entre 1804 y 1808. Estreno: 22 de diciembre de 1808. Dedicada al príncipe Von Lobkowitz y al conde Rasumovski. Estamos ante una obra clave de la historia del sinfonismo, desde su propio comienzo, con esas pavorosas cuatro notas que constituyen uno de los esquemas rítmicos más dramáticos de la historia de la música. Fue el propio compositor quien, en respuesta a Schindler, aclaró que esa célula, que a la postre se constituirá en el germen de toda la partitura, era “el destino que llamaba a la puerta”, lo que ha dado lugar a todo tipo de especulaciones. Célula “lapidaria, técnicamente muy audaz, que presta cuerpo al elemento ignoto y lleno de misterio”, definía E.T.A. Hoffmann. El esquema es sometido, con una concisión extraordinaria, a un tratamiento minucioso, tenso, de precisión inigualada de líneas, en el que interviene un segundo tema cantabile y lírico, sinuoso y discreto, dolce, que crece hasta hacerse afirmativo y sin dejar de combinarse con el inaugural.

Se producen violentos contrastes de intensidad entre grupos instrumentales. Hay un momento maravilloso, de una paz infinita en medio de esa refriega, cuando desde el silencio producido inmediatamente antes de la reexposición, se escucha la dulce voz del oboe, “casi suplicante para hacerse oír” (Tranchefort). Regresa, conminativa y transformada, la idea germinal para desencadenar, después de una nueva presencia del segundo motivo, una prodigiosa elaboración fugada de las famosas cuatro notas. Repeticiones fulgurantes, martilleos incesantes, nos conducen a un final contundente y afirmativo. El tema aparece también, más o menos transformado, en las severas y solemnes variaciones del Andante con moto, en el sorprendente y aterrador Scherzo y en un Finale esplendoroso en el que aquél desemboca y que había sido pensado en principio como segundo movimiento de la Heroica (hasta que el compositor se desencantó de Napoleón). Por primera vez Beethoven emplea trombones, unidos, junto con el piccolo y el contrafagot, a la orquesta característica de Haydn (más o menos ampliada). Anotemos como curiosidad la semejanza del pasaje coral que sigue a la explosión del Allegro con el tema principal del Andante cantabile de la Sinfonía Júpiter de Mozart. Una partitura esta de la Quinta, y volvemos a Hoffmann, “que expresa un muy alto grado de romanticismo en la música: el romanticismo que revela el infinito”.

Arturo Reverter

Para descargar la pieza, da click en la imagen.

Si deseas alguna partitura de esta obra, manda un e-mail aquí 

Ludwig van Beethoven - Symphony no. 5 in C minor, op. 67

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